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El futuro de la Inteligencia Artificial en México

Vivimos en una época en la que cada semana surgen nuevas tecnologías, como los asistentes de inteligencia artificial, nuevos modelos como Strawberry, y modelos de generación de video e imágenes, abriendo nuevos horizontes sobre cómo imaginamos el futuro. En particular, la introducción de la inteligencia artificial en el mercado laboral es motivo de preocupación para muchos mexicanos que lo perciben como un riesgo para su estabilidad económica.

Impacto en el Mercado Laboral

Los mensajes emitidos por los distintos líderes de las pocas compañías capaces de desarrollar estos modelos de inteligencia artificial suelen ser ambiguos y poco confiables. Por ejemplo, Sundar Pichai, CEO de Google, ha declarado que la inteligencia artificial traerá grandes beneficios para la humanidad, pero rara vez se mencionan los posibles impactos negativos en los trabajadores, lo cual deja muchas preguntas sin respuesta. Debemos guiarnos por lo que ya hemos visto de las empresas públicas, cuyo objetivo principal es maximizar sus beneficios a costa de cualquier otro factor. En este contexto, entendemos que es solo cuestión de tiempo para que se comiencen a realizar acuerdos millonarios con el fin de reducir una de las mayores cargas financieras de las empresas: los salarios.

Un Ejemplo de Aplicación en Empresas

Tomemos como ejemplo la empresa Automatiomx. En la actualidad, Automatiomx utiliza asistentes de inteligencia artificial para realizar proyectos complejos. En este esquema, se establece un objetivo principal para el asistente, y este hace uso de otros asistentes para diseñar y ejecutar un plan que satisfaga todos los requisitos. Ahora bien, podemos extrapolar este modelo a una empresa mediana o grande, donde se podría producir de manera más eficiente y económica, contando únicamente con una plantilla de directores generales, cada uno apoyado por un equipo de asistentes de inteligencia artificial. Estos asistentes no serían fijos, sino que se podrían utilizar y transferir de un área a otra, según la carga de trabajo. La única moneda de cambio relevante sería la capacidad de cómputo, pues de ella dependería la rapidez con la que una empresa podría desarrollar un nuevo proyecto o resolver un problema urgente.

Consecuencias Sociales y Económicas

Este escenario es un futuro próximo, ya que la tecnología ya existe; solo falta la adaptación de las empresas. Pero, así como esta tecnología, existen diversas ramas de la robótica y la inteligencia artificial que transformarán el mundo tal como lo conocemos, en menos tiempo de lo que pensamos. Las consecuencias de esto serán múltiples, pero la más inmediata será el despido masivo de la fuerza laboral principal de las empresas. Podemos prever que esto desencadenará revueltas no solo en México, sino en todo el mundo.

No es casualidad que figuras como Elon Musk o el empresario mexicano Rodrigo Herrera hayan puesto sobre la mesa el tema del ingreso básico universal, pues el fin del trabajo tal como lo conocemos es una posibilidad real. Elon Musk mencionó en una entrevista con CNBC: "La inteligencia artificial tendrá un impacto profundo en la economía, y es posible que necesitemos un ingreso básico universal" (CNBC, 2023). Asimismo, Rodrigo Herrera ha expresado en diversas ocasiones que debemos prepararnos para un cambio estructural en la economía.

Implicaciones para el Futuro

Siguiendo esta lógica, las empresas podrán ahorrar miles de millones de dólares como nunca antes, al reducir sus costos laborales de manera significativa. Según un estudio de McKinsey & Company, la automatización podría ahorrar hasta 4.5 billones de dólares anualmente a nivel mundial, lo cual da una idea de la magnitud del ahorro potencial. Sin embargo, ese ahorro se trasladará de las manos del proletariado a las de los accionistas y grandes empresarios, acentuando aún más las desigualdades económicas.

En definitiva, el avance de la inteligencia artificial tiene el potencial de transformar nuestra sociedad de formas que aún estamos comenzando a comprender. Si bien la eficiencia y la rentabilidad para las empresas podrían alcanzar niveles sin precedentes, también corremos el riesgo de perder lo que nos hace una sociedad justa y equitativa. Por ello, el desafío más importante al que nos enfrentamos no es solo técnico, sino también moral y político: debemos encontrar la manera de garantizar que los beneficios del progreso tecnológico sean compartidos por todos, y no solo por unos pocos privilegiados.